Page 5 - untitled
P. 5
sentación
15El número
Primavera
La velocidad de la vida es función directa del número de actividades que Carlos Alonso
cada persona desarrolla de forma simultánea. De tal manera que en la de Linaje García
primera niñez, aquella que se encuentra antes de tener posibilidad de realizar
ninguna actividad extraescolar, el tiempo discurre en un fluir natural y con Director
una cadencia no forzada. A nadie se le ocurre apremiar a su hijo para que la
cabeza se le yerga firme o para que hable en el primer mes de vida. Conforme
avanzan los años aparecen todas esas actividades “extra-algo” y con ellas la
sensación de no llegar por no tener fin. Esta situación produce una sensación
de velocidad generada por la determinación de objetivos contrapuestos y por
tanto inalcanzables, supuestamente por la falta de tiempo. En la expresión
no tener fin deberemos puntualizar si no existe final o si no hemos fijado
una finalidad, meta u objetivo. De ser así, no llegaremos a este fin, por no
disponer de él encontrándonos en un “moto perpetuo” como si de la música
de Niccolo Paganini se tratara. Nos pasamos gran parte de nuestra existencia
quejándonos de nuestro ritmo de vida, en muchas ocasiones autoimpuesto,
como una servidumbre de los tiempos que nos ha tocado vivir. En una rápida
reflexión deberíamos pensar si el problema es no tener fin u objetivo.
Apliquemos este pequeño razonamiento a la situación que estamos viviendo en
estos momentos. Somos cautivos de nuestras decisiones, de nuestras palabras
y por encima de todo de nuestros hechos. Si no tenemos objetivo real será
imposible alcanzarlo. Y no me refiero a metas genéricas, globales e impuestas
socialmente, sino a aquellas que de forma personal pueden ayudarnos a cada
uno de nosotros a alcanzar nuestro fin, si lo tenemos.
La primavera supone el mejor ejemplo que nunca veremos, es capaz año tras
año, de renacer y activar todo su potencial sin conocer de limitaciones. Una
primavera será más seca, otra más húmeda, tendrá sol o viento, más o menos
temperatura pero siempre cumplirá con su fin, porque lo tiene.
3
economistas Nº 15
15El número
Primavera
La velocidad de la vida es función directa del número de actividades que Carlos Alonso
cada persona desarrolla de forma simultánea. De tal manera que en la de Linaje García
primera niñez, aquella que se encuentra antes de tener posibilidad de realizar
ninguna actividad extraescolar, el tiempo discurre en un fluir natural y con Director
una cadencia no forzada. A nadie se le ocurre apremiar a su hijo para que la
cabeza se le yerga firme o para que hable en el primer mes de vida. Conforme
avanzan los años aparecen todas esas actividades “extra-algo” y con ellas la
sensación de no llegar por no tener fin. Esta situación produce una sensación
de velocidad generada por la determinación de objetivos contrapuestos y por
tanto inalcanzables, supuestamente por la falta de tiempo. En la expresión
no tener fin deberemos puntualizar si no existe final o si no hemos fijado
una finalidad, meta u objetivo. De ser así, no llegaremos a este fin, por no
disponer de él encontrándonos en un “moto perpetuo” como si de la música
de Niccolo Paganini se tratara. Nos pasamos gran parte de nuestra existencia
quejándonos de nuestro ritmo de vida, en muchas ocasiones autoimpuesto,
como una servidumbre de los tiempos que nos ha tocado vivir. En una rápida
reflexión deberíamos pensar si el problema es no tener fin u objetivo.
Apliquemos este pequeño razonamiento a la situación que estamos viviendo en
estos momentos. Somos cautivos de nuestras decisiones, de nuestras palabras
y por encima de todo de nuestros hechos. Si no tenemos objetivo real será
imposible alcanzarlo. Y no me refiero a metas genéricas, globales e impuestas
socialmente, sino a aquellas que de forma personal pueden ayudarnos a cada
uno de nosotros a alcanzar nuestro fin, si lo tenemos.
La primavera supone el mejor ejemplo que nunca veremos, es capaz año tras
año, de renacer y activar todo su potencial sin conocer de limitaciones. Una
primavera será más seca, otra más húmeda, tendrá sol o viento, más o menos
temperatura pero siempre cumplirá con su fin, porque lo tiene.
3
economistas Nº 15
